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Como mal indica su nombre, la renta fija no tendría que tener ciclos al ser «fija». Sin embargo, pasa todo lo contrario. A veces, el banco nos ofrece un 5% por nuestros ahorros y, otras veces, un 2%. ¿Puede que, si ordenamos mensualmente los rendimientos de los últimos diez años, nos ofrezca unos intereses mejores en verano que en invierno?

Vemos que lo único que es fijo es el compromiso del pago de los intereses: el valor del nominal de la deuda varía con el tiempo, pudiendo perder dinero (ejemplo precio_del_bono_espanol_a_10_aos.pdf). La renta fija es segura mientras el emisor pueda devolvernos el dinero que le hemos prestado. Por desgracia, cada dos o tres años algún país no puede hacer frente a su deuda. Si el emisor quiebra, podemos perder parte o todo nuestro dinero.

 
Dicho esto, uno de los activos más cíclicos que conocemos son los bonos del tesoro como el BUND ALEMAN, el 10 YEARS US TRY o el BONO ESPAÑOL, que tienen unas claras fases alcistas y bajistas.
 
En nuestros estudios observamos que el precio mínimo de los bonos se da a finales de junio mientras que su precio máximo se da a finales de diciembre. Recordemos, para quien no esté habituado a trabajar con bonos, que su precio es inversamente proporcional a su rentabilidad: cuanto más caro sea el bono, inferior será su rendimiento.
bono_aleman_preciorendimiento.pdf

Así, si queremos comprar bonos para obtener sus intereses/rendimientos durante los 10 años de duración, es mejor comprarlos en junio cuando su precio suele ser más barato y, por tanto, su rentabilidad más alta.

 
¿Por qué existe el ciclo del precio de los bonos?
 
En este caso, tenemos un fuerte componente de ciclo de la oferta. Como todos sabemos, el calendario de ingresos y gastos del estado es muy rígido, por lo que tendrá unas necesidades de liquidez centradas en unos determinados meses. Y aunque tiene varios instrumentos para financiarse, el más utilizado es la emisión de deuda pública.
 
Hemos realizado un listado de todas las emisiones de deuda pública del estado español que aún no han vencido desde el año 2000 y las adjuntamos a continuación: (fuente Blomberg – listado ).

Tenemos unas emisiones de  570.042 M€. Vemos que es una magnitud importante si tenemos en cuenta que la capitalización del IBEX35 es de 466.000 M€. Esto no significa que el estado se haya endeudado desde el año 2000 en esta cantidad, ya que una parte pueden ser renovaciones de créditos anteriores.
 
Si analizamos el ciclo de la oferta, ordenando y sumando las emisiones que se han hecho cada mes durante estos 10 años, el resultado es el siguiente gráfico:

No conocemos las causas exactas que provocan esta distribución mensual, pero podemos entrever algunas, como la devolución de todos los avances del IRPF que se produce en junio o las pagas dobles de todos los funcionarios. Son sólo dos ejemplos fáciles de intuir y que todos conocemos.

No obstante, sobre las consecuencias no hay ningún misterio. El precio de los bonos y su tipo de interés no será el mismo en junio, cuando esperamos muchas más emisiones de deuda (120.000 M€ desde el año 2000), que a finales de año (20.000 M€ en los  meses de noviembre y diciembre desde el año 2000).

¿HAY ALGUNA RELACIÓN ENTRE EL CICLO DE LOS BONOS Y EL PRECIO DE LAS ACCIONES?

Siempre se ha dicho que el mercado de bonos y el de acciones son complementarios y que el capital se desplaza de un mercado al otro. Tiene cierta lógica pensar que la venta de muchos bonos, que, además, tendrán que estar a un interés atractivo para poderlos colocar, influya en el precio de las acciones ya que habrá un trasvase de capital. No es de extrañar que los momentos más interesantes para vender nuestras acciones sean a principios del mes de junio y a principios de enero, y para comprar acciones, a finales de octubre.

Últimamente también ha aparecido de forma periódica otro elemento en la zona euro, que es el miedo. Cuando el mercado de bonos llega a un interés muy alto se duda de la capacidad del emisor para poder hacer frente a su pago. Esto también afecta al precio de las acciones.

Igualmente, estamos asistiendo al aumento del diferencial de coste de la deuda de los países con mas déficit con respecto a Alemania y, probablemente, seguirá así a no ser que intervenga el BCE (Banco Central Europeo), ya que habrá una fuerte presión por parte de la oferta de los países con dificultades financieras al tener que emitir muchos mas bonos.

SISTEMA AUTOREGULADO, MAGNITUDES PERTURBADORAS – EL BANCO CENTRAL EUROPEO (BCE).

Todo lo dicho anteriormente funciona con cierto equilibrio como todo sistema de oferta y demanda y como, de hecho, todo sistema físico de fuerzas: cualquier variación brusca de una de las fuerzas modificará la otra hasta conseguir estabilizarse en un nuevo punto de equilibrio.

Con la crisis del 2008 y el final del circulo virtuoso, se produjo una drástica caída de los ingresos de la mayoría de los países, a lo cual, algunos, reaccionaron aumentando los gastos como si se tratase de una crisis pasajera y puntual. Esto ha provocado que la emisión de bonos haya alcanzado niveles nunca vistos hasta romper el mercado al no poder absorber dichas emisiones.

En el momento en que el mercado no puede absorber las emisiones de los estados hay pocas alternativas: reducir los costes de los estados radicalmente, para no tener que emitir deuda; emitir al mismo ritmo pero pagando muchos más intereses, hasta alcanzar niveles del 10% o 15% de rendimiento; o que el BCE compre los bonos que no puede absorber el mercado, es decir, «arrancar la máquina de hacer dinero».

En la actual crisis financiera global se ha optado por «arrancar la máquina» cada vez que el tipo de interés de los bonos aumenta. Las dos primeras opciones no afectaban mucho al ciclo del precio de los bonos. En la mayoría de años, el precio de compra de un bono sería mejor en junio cuando son más baratos y el interés más alto por la gran oferta.

«Arrancar la máquina» es un hecho totalmente arbitrario que desestabiliza el ciclo ya que se puede realizar en cualquier momento comprando bonos de un país, basándose solo en criterios políticos y modificando artificialmente su precio.

Por lo tanto, todo sistema auto-regulado tiene magnitudes perturbadoras que desplazan el punto de equilibrio bruscamente o en sentido contrario del esperado. Normalmente, estas acciones son puntuales y el sistema tiende a la normalidad otra vez.

Así pues, debemos tenerlo en cuenta en nuestras inversiones y, aunque el riesgo es mayor y existe cierta incertidumbre, como gestores seguimos opinando que es mejor la compra de bonos durante el mes de junio, ya que la base que genera este ciclo es bastante mas sólido que el arbitraje que nos va a someter a los gestores el BCE durante los próximos años.

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