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Los fondos de inversión en España son un instrumento de ahorro totalmente regulado. Los controles a los que están sometidos son muy estrictos y eso hace que, a día de hoy, no se conozca ningún incidente que afecte a un fondo de inversión español o al de sus partícipes.

En nuestro país nunca ha habido una sociedad gestora de fondos (SGIIC) que haya presentado un default o impago, pero, aunque esto ocurriese, al partícipe no le afectaría.

La participaciones de un fondo son, en todo momento, propiedad de los participes y nunca forman parte del balance, ni del banco y tampoco de la gestora.

Lógicamente, esto último que acabamos de decir no es así en los depósitos o cuentas corrientes. Ahí si el banco emisor quiebra el inversor pasará a ser un acreedor dentro del proceso concursal (aunque es cierto que entraría el fondo de garantía de depósitos en juego, que cubriría hasta un importe determinado).

Con todo esto, desde nuestro punto de vista, la regulación de los fondos de inversión dota de una alta protección y seguridad a los partícipes.