Ahorrar no es fácil. Y si conseguimos ahorrar algo, puede ser desmoralizante ir al banco y ver la rentabilidad que nos ofrecen. No obstante, todos somos conscientes de la necesidad de disponer de unos ahorros. Ahorrar debe ser un buen hábito.
Si conseguimos ahorrar una pequeña cantidad cada mes y necesitamos cierta flexibilidad, la mejor opción es el fondo de inversión. Un fondo nos permite aportar 200 € un mes, 400 € el siguiente… No nos cobran comisiones de compra ni de venta, tenemos disponibilidad total y no tenemos que estar pendientes de vencimientos ni gastos en cuentas de valores o mantenimientos. Además, ofrecen una buena fiscalidad que nos proporcionará un interés compuesto. El único hándicap es que un fondo puede tener cierta volatilidad, y algunos meses cerrar en positivo y otros en negativo.
Esta volatilidad que tienen la mayoría de activos a largo plazo no debería preocuparnos mucho. Es intrínseca del mercado y si, además, nuestro ahorro es periódico, puede incluso beneficiarnos, como veremos en el siguiente ejemplo:
Supongamos que invertimos durante seis meses 300 euros cada mes en un fondo que sigue un índice y que sufre varias subidas y bajadas.
En tres de estos seis meses, el índice o fondo se ha situado en 90. Por tanto, se nos han entregado 300/90=3,33 participaciones cada mes. En los otros tres meses el índice se ha situado a 110 y nos han entregado 300/110=2,73 participaciones.
Inversión mensual | Situación del índice | Participaciones adjudicadas | |
---|---|---|---|
Mes1 | 300 | 90 | 3,33 |
Mes2 | 300 | 110 | 2,73 |
Mes3 | 300 | 90 | 3,33 |
Mes4 | 300 | 110 | 2,73 |
Mes5 | 300 | 90 | 3,33 |
Mes6 | 300 | 110 | 2,73 |
Ahorro | 1.800,00 | 18,18 | |
Saldo Actual | 1818 | 100 |
Pasados los seis meses, disponemos de 18,18 participaciones. Si suponemos que el próximo mes el índice estará en la mitad –a 100–, ya disponemos de 18,18*100 = 1.818 €, mientras que nuestra inversión había sido de 1.800 €. El fondo nos ha rendido 18 € –es decir, un 1 %– en seis meses, por el simple hecho de que, cuando ha caído, nos han dado más participaciones.
Podríamos aplicar este ejemplo al Ibex, que ha sufrido varias subidas y bajadas durante los últimos diez años. En el caso de los fondos de inversión se incluyen los dividendos e intereses pagados por los activos que contienen. Así pues, aunque el índice permaneciese en el mismo valor durante años, el valor del fondo a largo plazo subiría. Tenemos fondos que, a largo plazo, han conseguido superar entre el 3 % y el 5 % anual la ganancia del índice.
En estos momentos en que los plazos fijos dan un rendimiento tan bajo y que tienen una fiscalidad tan alta pueden surgir buenas oportunidades para tomar posiciones de manera escalonada en un fondo. Es una lástima ver que muchas personas, por el miedo a que la participación pueda perder parte de su valor en un momento determinado, renuncien a invertir en activos que a largo plazo superarán ampliamente el rendimiento del plazo fijo.
Si consideramos que nunca sabremos cómo se comportará el mercado pero confiamos en que la mayoría de índices de aquí a diez años estén en un valor superior al actual, podemos empezar a ahorrar en cualquier momento. Si nuestros padres fueron capaces de ahorrar con tasas de inflación superiores al 10 %, nos tendríamos que animar a ahorrar en este momento en que el dinero no pierde prácticamente capacidad adquisitiva.
Artículo en colaboración en finanzas.com