La estrategia de inversión estacional que proponemos en este artículo es sobre la compañía Ferrovial.
Ferrovial empieza una interesante fase alcista a mediados de julio. De hecho, durante el periodo entre el 12 de julio y el 21 de setiembre ha sido alcista en nueve de los últimos diez años, con un rendimiento medio del 15 %.
Esto puede ser debido a varias razones. Si miramos el calendario de pago de dividendos vemos lo siguiente:
La mayoría de pagos se producen en abril-mayo. A partir de 2009 también existen unas entregas a cuenta en noviembre o diciembre. Este dividendo pagado en mayo puede haber sido el causante de un enfriamiento del valor, que ha provocado un rendimiento negativo en nueve de los últimos diez años.
Justamente el único año –aparte del 2005– que ha cerrado en positivo ha sido el 2014, en que se retrasó el pago del dividendo a principios de julio.
Este año, el 11 de mayo cerró a 19,755, y el 18 de junio volvió a cerrar por debajo en el 19,315, con lo que volvió a cumplirse la fase bajista.
Esta corrección post dividendos, en una compañía que ha funcionado muy bien, puede provocar el posterior rebote de julio. Las causas que provocan estas fases son múltiples, y no son evidentes ni fáciles de detectar. Pero si se pensaba abandonar el valor, tal vez podría considerarse tener la estadística a favor y esperar a finales de setiembre.
En nuestros estudios de los ciclos tenemos en cuenta el pago del dividendo. Una vez un valor paga un dividendo, su cotización corrige el importe pagado. Por tanto, no a todos los inversores les interesa cobrar el dividendo.
Por ejemplo, si un fondo internacional cobra dividendos sufrirá una retención por parte del Gobierno español que en algunos casos no recuperará, o recuperará solo en parte. Si, en cambio, consigue la plusvalía comprando y vendiendo a un precio superior, un activo no sufre retención. Esto puede provocar desinversiones unos días antes de ese pago, y hacer que perdure una cierta debilidad del valor hasta unas semanas después.